El pasado sábado he tenido la gran duerte de particiapr en un curso monográfico e intensivo sobre la aplicación del color digital organizado por AGPI. El curso ha tendo lugar en las inmejorables instalaciones del Centro Ágora en la ciudad de A Coruña.
Contamos con dos ilustradores increíbles, tanto por su talento como por su generosidad a la hora de compartir sus experiencias: Sergio Casas y Patricia Castelao.
Ambas intervenciones se centraron en su particular forma de entender la búsqueda de soluciones compositivas a través del estudio de los valores tonales, la importancia de la luz en la narración, el cromatismo en general y abordado siempre desde herramientas digitales. Y aunque era de marcado carácter teórico, estaba hábilmente compensado con múltiples visionados de trabajos, consejos prácticos de toda índole y muestas del proceso en directo.
parDel trabajo de Sergio Casas decir que llegó a trabajar en el campo del cine de animación después de iniciarse en la ilustración infantil y juvenil. En la actualidad desarrolla trabajos como color artist (hacierndo color keys y estudios de color de personajes, escenarios y de props) además de trabajar como supervisor y pintor de matte painting.
En cuanto a Patricia Castelao, se dedica a la ilustración a nivel internacional aunque de cuando en vez se ve interrumpida por breves incursiones en el mundo de la animación. La innegable calidad de sus trabajos la han llevado a ser invitada a representar a España en la Feria del Libro de Frankfurt en el año 2006 y a ser una excelente acuarelista en sus ratos libres.
Para quiernes me conocen ya sabrán que ambos son de mis ilustradores más admirados y que me falta tiempo para recomendar sus trabajos, por lo que a título personal el haber participado en este curso ha supuesto una gran oportunidad para profundizar un poco más en este mundo ilustrado y para reencontrarme con otros colegas de profesión.
En resumidas cuentas, ha sido una experiencia más que recomendable y todos los asistentes hemos salido con muchísimas ganas de ponernos manos a la obra... ¿qué más se puede pedir?
